Nagita Sensei's Pre-Release Message to Fans

A special message from Sensei to Spanish-speaking Candy Candy fans around the world

Nagita Sensei's Letter to Fans in CCHD

EL SUEÑO IMPOSIBLE

Keiko Nagita

Llegué a un campo de Criptana una tarde grisácea de otoño, cuando ya acechaba el invierno. Se trata de un pequeño municipio de La Mancha, en España. Sabía que en lo alto de la colina se alzaban alineados los molinos blancos que Don Quijote confundió con gigantes (el símbolo de la novela), y siempre había deseado subir allí. En aquel entonces, casi 40 años atrás, hacía unos 3 años que había terminado de escribir Candy .

Mi primer libro fue una adaptación para niños del clásico de Cervantes, Don Quijote. Estaba tan contenta, que andaba con el libro pegado al pecho por todas partes, incluso en el tren y por la calle. Mientras trabajaba en la adaptación me daba la sensación de que el Don Quijote de la cubierta me sonreía con familiaridad con los mismos ojos con los que un tío mira a su sobrina .

Ya han pasado más de cuarenta y seis años.

Ahora como si El sueño imposible (una canción que me encanta del musical El hombre de la Mancha) se hubiera cumplido, mi novela Candy ha sido traducida y publicada en italiano y francés, y ¡al fin también para todos vosotros en español!

Cuando me invitaron al Black Fair de París, tuve la oportunidad de encontrarme con muchos de mis lectores. A pesar de que me encantó ver a lectores jóvenes, fueron los adultos, quienes habían visto la serie de animación Candy en su infancia, los que colmaron mi pecho de una calidez que casi me dejó sin respiración. En cada uno de ellos pude ver su rostro de cuando eran niños.

Todos ellos habían crecido llevando a Candy en algún rincón de su corazón, año tras año. Seguro que vivieron montón de experiencias pero, aun así, siguieron sin olvidarla.

Muchos de estos lectores habían venido de España, México y otros países de América del Sur. Todavía tiemblo de la emoción a recordarlo.

Esta esta publicación me hace muy feliz, en especial por toda la gente que pidió que se tradujera al español (¡muchísimas gracias a todos los que lo habéis hecho posible!).

Cuando el manga y el anime de Candy terminaron, me quedó cierto pesar en el cuerpo. Originariamente, Candy era una historia orientada a un público infantil, por lo que en este sentido estaba satisfecha. Sin embargo, quedaban muchos puntos que personalmente no me convencían.  Por eso sentía el deseo de escribir una novela algún día, otro sueño imposible.

¡Pero resulta que este sueño también se cumplió!

Seguir soñando… Todos somos libres de soñar con lo que queramos, por muy increíbles que puedan ser nuestros sueños. ¡Y a veces se cumplen! (¡Como es mi caso!)

Sin embargo, esta novela sigue teniendo limitaciones y no es una obra completamente madura. Os pido perdón por ello. Ahora Candy, sus amigas y yo somos muy felices. Quería que al menos esto quedase claro.

Esta tarde, en la colina de la Mancha, nueve molinos blancos estaban colocados de forma que parecía que se mirase mutuamente. A pesar de que había rezado para encontrar un cielo azul y despejado, esa estampa gris resultó más que suficiente, pues sentí que si mi tío se hubiera alzado en armas contra los gigantes habría sido bajo ese cielo de color ceniza.

Cada persona ve las cosas de una forma distinta. Así fue como Candy logró superar cualquier adversidad, adivinando siempre el modo de ser feliz.

Para mí, los molinos que vi esa tarde en la Mancha parecían grandes barcos blancos alzándose en el cielo.

¡Muchísimas gracias por regalarme tan cálidos recuerdos!

MUCHAS GRACIAS 🖤 GRACIAS DE CORAZÓN 🖤

THE IMPOSSIBLE DREAM
Keiko Nagita

I arrived at a field in Criptana one gray autumn afternoon, when winter was already looming. It is a small municipality in La Mancha, in Spain. I knew that at the top of the hill stood the white mills that Don Quixote mistaken for giants (the symbol of the novel), and I had always wanted to go up there. Back then, almost 40 years ago, it had been about 3 years since I had finished writing Candy.

My first book was a children’s adaptation of Cervantes’ classic, Don Quixote. I was so happy that I walked with the book stuck to my chest everywhere, even on the train and on the street. As I worked on the adaptation, I felt that the Don Quixote on the cover was familiarly smiling at me with the same eyes that an uncle looks at his niece.

More than forty-six years have passed since then.

Now as if The impossible dream (a song that I love from the musical The man of la Mancha) had been fulfilled, my novel Candy has been translated and published in Italian and French, and finally for all of you in Spanish too!

When I was invited to the Black Fair in Paris, I had the opportunity to meet many of my readers. Even though I loved seeing young readers, it was the adults, who had watched the anime of Candy in their childhood, who filled my chest with such warmth that nearly took my breath away. In each of them I could see their faces from when they were children.

They had all grown up carrying Candy somewhere in their hearts, year after year. I’m sure they had lived a lot of experiences but, even so, they continued without forgetting her.

Many of these readers had come from Spain, Mexico, and other countries in South America. I still shake with emotion at remembering it.

This publication makes me very happy, especially for all the people who asked for it to be translated into Spanish (¡thank you very much to all of you who have made it possible!).

When Candy’s manga and anime ended, I felt some heaviness in me. Originally, Candy was a story aimed at a children audience, so in this sense I was satisfied. However, there were many points that personally did not convince me. That is why I wanted to write a novel someday, another impossible dream.

¡But it turns out that this dream was also fulfilled!

Keep dreaming… We are all free to dream of whatever we want, no matter how incredible our dreams may be. ¡And sometimes they happen! (¡As it is my case!)

However, this novel continues to have limitations and is not a fully mature work. I apologize for that. Now Candy, her friends and I are very happy. I wanted this to be clear at least.

This afternoon, on the hill of La Mancha, nine white mills were placed so that they seemed to be looking at each other. Although I had prayed to find a clear blue sky, that gray picture was more than enough, because I felt that if my uncle had risen up in arms against the giants, it would have been under that ash-colored sky.

Each person sees things in a different way. This is how Candy managed to overcome any adversity, always guessing how to be happy.

To me, the mills I saw that afternoon in La Mancha looked like big white ships rising in the sky.

¡Thank you very much for giving me such warm memories!

THANK YOU VERY MUCH 🖤 THANK YOU FROM THE HEART 🖤

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